[Teatro Up!] "Niños que fueron grandes" Las marionetas se roban la infancia de tres import

Niños Que Fueron Grandes es el tercer montaje escénico de La Negra María Teatro que continúa con el propósito de estimular sensorialmente al espectador, haciéndolo participe de un juego de niños donde todo se arma y desarma, se adapta, inventa, construye e imagina en relación a la infancia de tres personajes que se convirtieron en grandes escritores: Baldomero Lillo, Gabriela Mistral y Manuel Rojas.

Inspirado en las infancias de estos tres personajes tan importantes en la historia de nuestro pais., Niños Que Fueron Grandes es como estar en una pieza con juguetes en desuso jugando como niños.

“En nuestro proceso creativo como compañía todos vamos aportando ideas y una de estas surge de de leer con mi hijo varias biografías de personajes importantes y descubrir la relevancia de sus vivencias de infancia. Como compañía realizamos un proceso de investigación-creación que más allá de contar las historias, nos focalizamos en la mirada con que éstos autores enfrentaban su vivencias de infancia, cuenta la productora general de la obra y fundadora de la compañía María Sepúlveda.

El montaje muestra por ejemplo como la poetisa enfrenta el abandono de su padre su rechazo en la escuela o la relación con el valle de elqui, la enfermedad de Baldomero Lillo y una que otra aventura callejera de Manuel Rojas. La propuesta escénica de Niños Que Fueron Grandes se plantea como un juego de niños que utiliza todo lo que está a su alcance para viajar, recrear e imaginar las infancias de estos tres personajes.

“Son escritores nacionales que vivieron en el norte, centro y sur del país, muy vinculados a la naturaleza. Detrás de este montaje hay una interpretación de Chile, el recorrido por diferentes espacios presenta otro país, más íntimo, menos grandilocuente y muy rico en detalles y vitalidad”, comenta el director de la obra, Nicolás Valiente.

La obra se desarrolla principalmente con marionetas y en la técnica de teatro de objetos, donde sombreros, libros, cajones de madera y otros artefactos cobran vida para construir e inventar diferentes territorios y momentos de la niñez de estos personajes. La ambientación sonora se construye en escena y se complementa con música envasada creada especialmente para la obra.

Todo esto para mostrar que sus historias de vida y los hechos que les acontecieron influyen en su particular manera de percibir el mundo y de recrearlo en sus obras.